ANCLAS Y ANCLAJE

Figura entre los principales conceptos de la PNL

 

   Un "Ancla" puede definirse (en el contexto de PNL), como el estímulo que provoca un estilo constante de respuesta hacia una persona.

 

   Se trata de un fenómeno universal. A través de toda nuestra existencia, acumulamos muchas vivencias que podemos recordar. Éstas están formadas por imágenes, sonidos, voces, en ocasiones un olor o un sabor específico, así como algunas sensaciones. Y cuando en el presente estamos en contacto con alguno de los parámetros sensoriales que componen la experiencia pasada o con la etiqueta lingüística vinculada (la palabra), la vivencia completa es susceptible de aflorar.

 

   Las anclas potenciales son infinitas. Una canción o melodía, por ejemplo, puede representar para una pareja de enamorados un ancla auditiva; al escucharla, reviven los mismos sentimientos que sentían cuando la escucharon la vez primera. Para un niño, la imagen de su padre frunciendo el ceño de una manera particular (ancla visual), estará asociada a la idea de castigo.  Existen anclas en todos los sistemas representativos (los sentidos): visual, auditivo, olfativo, gustativo y kinestésico (táctil/sensitivo). También el lenguaje constituye un sistema de anclaje extremadamente complejo; la palabra es un signo (un ancla) que nos remite a un significado, y que una persona X está asociada a una o más vivencias o experiencias pasadas. Para usted, quizás el aroma de un perfume determinado puede hacerle evocar el recuerdo de la persona amada.

 

  En un contexto terapéutico, se utiliza el proceso de anclaje para asociar deliberadamente un estímulo a una vivencia determinada, partiendo del postulado de que cada ser humano posee generalmente los "recursos" que necesita para efectuar en su vida (personal, familiar o laboral), los cambios que desea.

 

  Incluso cuando algunas cualidades parecieran faltar, en los momentos precisos (ser competente, creativo o tranquilo), el individuo recuerda haberlos tenido en otros momentos de su vida. Cada uno de esos recuerdos puede ser "explotado" como un recurso, y una de las tareas del Facilitador consiste en hacerlos disponibles, a voluntad, en el momento oportuno.

 

  Al igual que algunos estímulos externos, una melodía o un aroma, son vinculados espontáneamente a vivencias pasadas y las hacen revivir, es posible asociar voluntariamente o a propósito, un estímulo a una experiencia determinada.  Una vez que el vínculo se ha establecido, la experiencia puede ser desencadenada tan a menudo como se desee, por medio del mismo estímulo, y servir así de recurso.

 

   En PNL, el proceso que consiste en operar deliberadamente esta asociación se denomina anclaje, y el estímulo específico, ancla.

 

  En un entorno laboral, pedimos a nuestro cliente, por ejemplo, que recuerde una escena en la que poseía el "recurso" que le falta en la actualidad, supongamos, la confianza en sí mismo. En el momento en que está en contacto con ese recuerdo, intensamente, nosotros anclamos el recuerdo y los sentimientos positivos que lo acompañan, por ejemplo, con un ancla kinestésica (siempre y cuando el gesto esté socialmente aceptado por la persona interesada). Si no se pudiese en la forma descrita, utilizamos un ancla auditiva o visual, es decir, asociamos el recuerdo que funcionará como un recurso, con un gesto o una palabra, que podremos reproducir con exactitud. Este proceso nos permitirá acceder, cuando queramos, de nuevo, a esos recursos.

 

  Es útil conocer el fenómeno del anclaje, ya que se produce incluso cuando ignoramos todo acerca de su mecanismo y, en tal caso, se podría volver en contra del objetivo que se haya planteado. Siempre es necesario poder reproducir el ancla fielmente. Si se trata de un ancla kinestésica (por ejemplo, para instalar recursos en un ejecutivo que tiene temor de hablar en público), el lugar ha de ser lo suficientemente preciso para poder encontrarlo con exactitud. Si se trata de un ancla visual o auditiva, el gesto, el sonido o la inflexión de la voz también se habrán de reproducir con la máxima exactitud.

 

   Anclas y anclajes son, a menudo, utilizados en variadas situaciones, sean estas de tipo personal, familiar o profesional. Como complemento a otras Herramientas de PNL, las anclas son un excelente recurso a la hora de ofrecer soluciones en una empresa.

 

He aquí un ejemplo (video):