Tarot con PNL

  La primera vez que tuve informaciones acerca del Tarot fue en la década de los '80s, del siglo pasado, mucho antes que supiera de la existencia de la PNL. En aquella ocasión una amiga me relató el caso de una vecina suya, a quién le habían "echado y leído" las cartas. A mí, cuando menos, me despertó la curiosidad al escuchar los comentarios de esta señora en relación a los resultados entregados a la persona consultante, por parte del tarotista: "Su pareja tiene una aventura", "Es posible que esté siendo engañada", "Quizás se avecinen días de incertidumbre a su vida", etc.

  Lo más interesante de esta historia es que la consultante ¡corroboraba! los dichos del lector del Tarot. Yo me preguntaba, ¿cómo era posible que alguien pudiera "adivinar" lo que sucedía en la vida de otro ser humano, al que ni siquiera conocía el "cartómano"?

  En una ocasión posterior, unos años después, accedí a que un amigo me "leyera" el Tarot con motivo de un proyecto personal para formar una empresa importadora de software. Aquí nuevamente fuí sorprendido por las interpretaciones del tarotista (o lo que "decían" las cartas"); en resumen, que "todo estaba bien encaminado" y que "todo resultaría según lo planificado". ¿Qué ocurrió después? Sencillamente, que logré echar a andar mi empresa, en sociedad con dos extranjeros (en Chile no creían en mi idea), y las cosas comenzaron a "caminar sobre ruedas"; al menos en los primeros años de vida de mi empresa. 

  Para entonces ya había hecho grandes avances e incursiones en el aprendizaje de PNL y aunque era nada más que un hobby para mí, en ese tiempo, todavía no llegaba a dominar todas sus Herramientas y Técnicas, como para darme cuenta de dónde estaba la "magia" del Tarot y sus notables "adivinanzas".

  Nuevamente tendrían que transcurrir unos cuantos años antes de tomar contacto, una vez más, con el Tarot. Esta vez, eso sí, de una manera diferente. Habiendo trabajado en una conocida empresa de servicios (que no mencionaré aquí para no herir susceptibilidades), terminamos siendo amigos un selecto grupo de personas, damas y caballeros, de una excelente calidad humana y profesional.

  Una de estas personas se constituiría, poco después, en la persona que me enseñaría los secretos del Tarot luego que, por mi parte, la instruyera en algunas técnicas elementales de PNL (Programación Neuro-Lingüística). Este intercambio de conocimientos permitió dos cosas: por parte de la instructora de Tarot potenciar sus habilidades en esta disciplina; además, sumar nuevas competencias a su bagaje de conocimientos y reinventarse en el campo esotérico. En cuanto a mí, las enseñanzas que recibí me permitieron, finalmente, descubrir dónde estaba la clave del éxito de los profesionales de la cartomancia, como para que el Tarot se haya mantenido por tanto tiempo, aceptado y "venerado" por muchos, a través de no sólo años, sino: ¡siglos de existencia!

  Otra cosa que descubrí (y esto por medio de los relatos de mi instructora de Tarot), fue que si a las "lecturas" de las cartas se les agregan algunas Técnicas de PNL el impacto, absolutamente positivo que se genera en las personas consultantes, es "sorprendente", "espectacular", "extraordinario"; éstos fueron algunos de los adjetivos manifestados por la tarotista.

  Con la finalidad de mantener la confidencialidad de los involucrados, prefiero omitir detalles comprometedores. No obstante, lo que sí puedo relatar es que, según lo que se me ha informado, las personas consultantes si recibían una "notificación" de un posible acontecimiento que pudiera transformar, de alguna manera, la paz y tranquilidad de la vida normal del consultante, éstos obtenían como "valor agregado" a la lectura del Tarot (y por el mismo precio), una "terapia" con Técnicas de PNL, que operaba de tal forma en la persona consultante (era obvio: alterada emocionalmente), que terminaba saliendo de la consulta con una visión de la vida, renovada y esperanzadora. ¿Qué opinión le merece a usted todo esto?

  Finalmente, la mayoría de esa gente, más que conforme con el servicio recibido, comenzó a promocionar, literalmente, el Tarot, señalando en los comentarios a sus amistades que, a diferencia de otros "tarotistas" aquí, a la persona consultante si termina "choqueada" emocionalmente, como resultado de la lectura de las cartas, no ha de preocuparse pues recibe de inmediato la terapia adecuada a la situación; es decir, ecologicamente perfecto.