ÁMBITO EDUCACIONAL (ACADÉMICO)

Enseñanza y Aprendizaje

Aprendiendo a Aprender
Aprendiendo a Aprender

 

   De acuerdo al modelo POPS, de la PNL, cuando los objetivos de aprendizaje se mantienen constantes, los procedimientos pedagógicos han de variar en respuesta a las informaciones útiles a objeto de maximizar la probabilidad de éxito en la consecución del objetivo. Tales objetivos variarán en función de los diferentes tipos de "aprendices", de los contextos de aprendizaje, etc.

 

  Resulta evidente que una de las razones por las que las instituciones académicas trabajan en programas estándares se debe a que suelen pensar que es más fácil y menos "caro" mantener los mismos procedimientos en vez de modificarlos. No obstante, con la introducción del aprendizaje en colaboración, los computadores, la multimedia y otros instrumentos adaptables de autoaprendizaje, tal supuesto ha ido perdiendo validez. Cuando los alumnos reciben una retroalimentación o feedback, pueden trabajar con sus procesos individuales para mejorar su rendimiento.

 

   Esto pone de relieve la necesidad de un proceso de evaluación más eficaz, que brinde un flujo constante de información útil. También pone de relieve la necesidad de que los profesores cambien de actitud, respecto del rol y la importancia de los exámenes y de los procedimientos de prueba, en relación con la consecución de los objetivos propuestos. La mayoría de la gente suponen que la función principal de la evaluación consiste en actuar como "filtro" en relación a los "resultados" del aprendizaje.

 

   Hace unos años se publicó la obra "El ejecutivo al minuto" (hermano de "El vendedor al minuto"), y en ese libro los autores escriben respecto del caso de un ejecutivo que va a hablar con el profesor de su hijo, ya que está teniendo problemas escolares. En la conversación, el padre señala que, como gerente de empresa, piensa que es importante que la gerencia pueda cerciorarse de que todos los empleados de la organización son eficaces en sus funciones. Y agrega que ha descubierto que si propone objetivos y procedimientos de prueba claros a sus colaboradores, su rendimiento tiende a mejorar. Seguidamente, sugiere al profesor que "muestre" a sus alumnos las preguntas del examen final al principio del curso, de manera que éstos sepan cuáles son los elementos importantes de la asignatura, qué es lo que tienen que estudiar y cómo evaluar su progreso.

 

   La sugerencia descrita provocó en el docente una reacción confusa, por llamarlo de alguna forma. "No puedo hacerlo", dijo. "¡Todos se sacarían un '7' en el examen!".

 

  La idea implícita, en la reacción del referido profesor, ante la sugerencia del apoderado es que, efectivamente, todos sacarían la mejor nota posible. En consecuencia, la prueba no sería un filtro eficaz.

 

  Es probable que esta historia refleje nuestras suposiciones acerca de cómo unos estilos y capacidades concretas de pensamiento y aprendizaje tienden a sostener distintos roles. Para los individuos que les va bien o mal en determinadas áreas, les corresponden ciertas tareas y no otras. El rendimiento académico es lo que determina si un alumno será médico o mecánico. La "inteligencia" ha sido históricamente un "medidor" importante, y ha estado estrechamente asociada con las funciones y el poder. Frecuentemente, los exámenes están destinados a actuar como filtro. En vez de medir nuestra capacidad para pensar creativa o productivamente, se pone a prueba nuestro nivel de comprensión y aceptación, de los valores y presuposiciones del sistema.

 

 

   En PNL sostenemos que no todas las personas aprenden de igual forma. Sí es posible que casi todos puedan aprender lo que sea, cualquier cosa. Quienes pueden tener dificultades son personas que posean alguna limitación mental (genética o por accidente); o física como pudiera ser el caso de personas sordo-mudas o no videntes; y aún así, estos individuos son capaces de aprender algo.

 

  Lo interesante es que los humanos aprendemos haciendo uso de uno u otro sentido, de manera preferencial. Por ejemplo, hay quienes son más "visuales" y otros más "auditivos" al aprender. Si un alumno cuyo canal preferencial es el visual y su profesor resulta privilegiar su canal auditivo, al enseñar, es probable que el estudiante experimente dificultades de comprensión. El ideal sería que ese profesor se adaptara a la estrategia visual del alumno mejorando con ello, ostensiblemente, los resultados de la formación.